Sáb. Abr 27th, 2024

LONDRES (TV Mundus-PED) Por Daniel do Campo Spada.- Estados Unidos quiere a Julián Assange para matarlo. Ni más ni menos. Lo necesita en sus cuevas para suicidarlo y amedrentar a todo aquel que se atreva a dar a conocer las miserias del régimen capitalista. Dos informaciones han sido puntuales. Una de ellas fue cuando mostró en su sitio Wikileaks los asesinatos discrecionales de civiles desarmados en sus invasiones a Afganistán (2001) y a Irak (2003). En 2010 se agregaron los cables de las embajadas yanquis quedando al desnudo la intromisión en los asuntos internos de naciones soberanas.Assange, creador del sitio web Wikileaks, es un símbolo de la libertad de informar ya que dio a conocer documentos que mostraban cómo se asesinaba discrecionalmente a ciudadanos civiles de los países invadidos por un lado y de las interferencias que las Embajadas de estadounidenses realizan en la vida política de cada nación. Los documentos del Pentágono y los e-mails de las representaciones diplomáticas muestran las fauces del monstruo capitalista. Entre 2010 y 2011 el mundo conoció la verdadera cara del imperio.
Banner_Assange_Vertical La Casa Blanca, sin importar quien la maneje, ha perseguido no solo a Assange sino también al norteamericano Edward Snowden (actualmente refugiado en Moscú) quien sintió asco de cómo las sucesivas dictaduras estadounidenses extorsionan y eventualmente llevan al suicidio incluso a sus propios ciudadanos. Ex agente de la NSA (National Security Agency) no soportó el latrocinio y denunció todo a través del diario inglés The Guardian. Esa investigación la hizo un fuerte defensor de la libertad de expresión que es el periodista Gleen Greenwald, editor de The Intercept.
Por el momento, Assange sigue en Londres en una cárcel de máxima seguridad. No tiene contacto con el exterior y tendría una fuerte depresión según las autoridades de esa monarquía. El temor mundial de quienes defienden la libertad y la democracia es que esté siendo medicado para vaciarle el cerebro, mostrando una vez más los tentáculos que el poder internacional descarga sobre cualquier persona libre.

Por ped

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